Qué es reiki
Reiki es una técnica energética de origen japonés que emplea la meditación y diferentes técnicas como el posicionamiento de manos a lo largo del cuerpo para restablecer o fortalecer el sistema energético. A través de técnicas de meditación, emplea la canalización de un tipo concreto de energía muy sutil que no procede de la persona que realiza la técnica sino del universo, es decir, de la energía que rodea nuestro entorno dentro del universo que nos encontramos. El terapeuta reiki capta esa energía, la potencia y la transmite para sí mismo o para otra persona a través de las manos. Para poder canalizar este tipo de energía y transmitirla, una persona debe estar instruida y sintonizada directamente de la mano de un/a maestro/a de esta disciplina.
Las técnicas de reiki son empleadas en muchos hospitales de todo el mundo. Es una de las terapias complementarias reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, incluida en la oferta de diferentes compañias de salud privadas de algunos países de Europa, empleada en muchos hospitales privados de EEUU, utilizada como apoyo en muchos países del continente americano, en diversos hospitales de España, algunos de África y por supuesto en Japón, de donde parte esta difundida disciplina.
Según la historia, esta técnica es muy antigua. Aunque el precursor o pionero de la variante más usada y conocida es Mikao Usui, reiki existía con anterioridad. Las principales escuelas de donde parte, se encuentran en Japón donde la palabra “reiki” es de uso habitual y no una terminología tecnica inventada exclusivamente para referirse a esta disciplina.
El tipo de energía que utiliza es muy delicada y suave pero muy potente a la vez. No entra en contradicción con la medicina tradicional occidental ni la sustituye. Para canalizar reiki es necesario utilizar sencillas técnicas de meditación y respiración y estas técnicas son recomendadas por la medicina y la psicología, al igual que lo son el tai-chi y el yoga.
Dentro del universo en que existimos, existen muchos tipos de energía. Nos movemos gracias a energía e interaccionamos con energías. La que emplea reiki procede del universo, en el cual están incluidas todas las energías, pero esta técnica canaliza una que es equilibrante. Otras disciplinas como las mencionadas, también utilizan ese tipo de energía equilibrante mediante sus propias técnicas, con la diferencia de que solo se pueden emplear para uno mismo. Con reiki se puede emplear para uno mismo y para otras personas.
Una de las características de estas técnicas es que nunca se puede provocar daño o perjudicar. Por otro lado, el terapeuta reiki no es un sanador o curandero. Es tan solo una persona entrenada y preparada por un maestro de la misma disciplina en emplear un tipo muy concreto de energía del universo a través de sencillas técnicas de meditación, con la finalidad de ayudar a equilibrarse así mismo o a otras personas. No se puede manipular a las personas, ni quitarles energía, ni ponersela.
Nos movemos en un entorno energético y somos energía. Vivimos gracias a la energía. Cuando nuestra propia energía se altera, se producen las dolencias o enfermedades. Este es el punto de vista de las técnicas orientales. Esto no quiere decir que las occidentales lo hagan mal. La medicina tradicional occidental es útil, es necesaria y siempre lo será. El día en que técnicas energéticas y la medicina tradicional aprendan a convivir, habremos llegado a un concepto de salud perfecto. El efecto de reiki sobre el sistema energético humano es simplemente equilibrante, reestructurante.
Para emplear adecuadamente las técnicas de reiki se hace necesario practicar la meditación. La meditación incluye técnicas de respiración y todo esto va unido a una buena canalización y transmisión de la energía que emplea esta técnica ancestral.