Conceptos básicos
Reiki es una técnica energética de origen japonés que emplea la meditación y diferentes técnicas como el posicionamiento de manos a lo largo del cuerpo para restablecer o fortalecer el sistema energético. A través de técnicas de meditación, emplea la canalización de un tipo concreto de energía muy sutil que no procede de la persona que realiza la técnica sino del universo, es decir, de la energía que rodea nuestro entorno dentro del universo que nos encontramos. El terapeuta reiki capta esa energía, la potencia y la transmite para sí mismo o para otra persona a través de las manos. Para poder canalizar este tipo de energía y transmitirla, una persona debe estar instruida y sintonizada directamente de la mano de un/a maestro/a de esta disciplina.
Reiki actúa de manera muy suave equilibrando, reestructurando y fortaleciendo la energía dañada de nuestro cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Acostumbrados a fijarnos únicamente en nuestro cuerpo físico, nos puede costar trabajo imaginar que tenemos otros tres cuerpos de los que no nos debemos olvidar; el mental, emocional y espiritual pues los cuatro cuerpos están unidos y dependen unos de otros. Sería un error prestar atención solamente a uno de ellos, pues los demás también forman parte del ser humano. De aquí viene el concepto de terapia holística (del griego “holos”), que lo considera como un todo, determinante de toda la personalidad del ser humano.
Recibir una sesión de reiki es una de las técnicas más inocuas y relajantes que existen. Aunque existen formas rápidas de recibir reiki, la más intensa y recomendable es la sesión en camilla cuya duración puede variar según el caso pero suele rondar los 45 minutos. Lo único que es recomendable quitarse son los zapatos y el terapeuta reiki trabaja sobre su cliente que reposa boca arriba o boca abajo lo más relajado posible, posicionando sus manos con mucha delicadeza en diferentes posiciones de su cuerpo.
TIPS
Reiki es una terapia segura con la que nada malo puede ocurrir. Dar y recibir reiki es equilibrante tanto para terapeuta como para receptor.
Acudir a un terapeuta profesional de quien tengas buenas referencias es primordial. Un terapeuta reiki no es sanador ni curandero. Es tan solo un canalizador y transmisor de energía.
Un reikista profesional nunca realizará diagnósticos ni intervendrá en tratamientos médicos. Los profesionales indicados para realizar este trabajo son los profesionales médicos del sistema sanitario.
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