El Maestro

Tras esta preparación comienza un nuevo proceso, un nuevo camino.

Es tras la maestría cuando la persona que la recibe toma conciencia de su responsabilidad y el trabajo que tiene por delante. Confeccionar su propio temario para cada uno de los niveles, sus diplomas acreditativos, explicaciones, argumentos, programas, etc, no es tarea fácil y requiere tiempo de práctica. Por este motivo, los nuevos maestros suelen optar por colaborar con otros con experiencia para ir adaptándose poco a poco al proceso de enseñanza. Algunos suelen continuar cogiendo un solo alumno y más tarde a varios, hasta que el tiempo les va dando la soltura de enseñar a grupos más numerosos. Lo recomendable además, es comenzar enseñando el primer nivel de reiki. Cuando se tiene soltura en ello, se continúa con el segundo y así sucesivamente.

Los maestros reiki tienen también su proceso evolutivo. Nuevos planteamientos surgen en el camino de la enseñanza de esta disciplina. Se va adquiriendo con el tiempo, una visión más amplia del proceso espiritual, la conciencia y el crecimiento personal debido a que la mejor forma de aprender es enseñando (aunque antes de enseñar haya que aprender). Muchas personas se plantean cuándo comenzar a enseñar y otras, tras su maestría, nunca comienzan a hacerlo. Unos se dedican por entero a la enseñanza de reiki, otros solo lo hacen de vez en cuando a personas cercanas. A veces solo transmiten el primer nivel de reiki porque es hasta ahí, hasta donde se sienten preparados. Otras, avanzan en su enseñanza hasta la formación de nuevos maestros. ¿Por qué es así? La respuesta no es sencilla:

Cada maestro evoluciona en la enseñanza de los niveles de reiki al igual que los terapeutas avanzan por los niveles de aprendizaje: A su ritmo evolutivo.

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